Focos de atención
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Cada foto, documento y artefacto de un museo o archivo tiene una historia, y los archiveros son los guardianes que se aseguran de que esas historias se conserven y sean accesibles para las generaciones venideras. Los archiveros recopilan, organizan, describen y protegen materiales de importancia histórica, ya sean cartas centenarias, grabaciones de audio, documentos gubernamentales o archivos digitales. Su trabajo garantiza que investigadores, estudiantes, historiadores y el público en general puedan conectar con el pasado de forma significativa.
Los archiveros trabajan en entornos muy diversos: museos, bibliotecas, universidades, organismos públicos y organizaciones privadas. Un día normal puede consistir en catalogar y etiquetar objetos, almacenar cuidadosamente materiales frágiles, digitalizar documentos o ayudar a los investigadores a encontrar lo que necesitan. Los archiveros también desempeñan un papel importante a la hora de decidir qué merece la pena conservar, evaluando el valor histórico, jurídico o cultural de las colecciones.
Es una profesión para los amantes de la historia, la organización y la resolución de problemas. Los archiveros manejan materiales raros o valiosos, los protegen de posibles daños y se aseguran de que se conserven para el futuro. Es un trabajo silencioso y concentrado que requiere atención al detalle, paciencia y pasión por contar historias a través de documentos y objetos.
- Preservar la historia para las generaciones futuras.
- Trabajar en estrecha colaboración con colecciones raras y únicas.
- Ayudar a investigadores, estudiantes y ciudadanos a descubrir historias valiosas.
- Contribuir al patrimonio cultural y al conocimiento público.
- Desempeñan un papel clave en la protección de los materiales contra pérdidas o daños.
Horario de trabajo
- Los archiveros suelen trabajar a tiempo completo, de lunes a viernes, en entornos climatizados como bibliotecas, archivos o museos. Ocasionalmente, pueden tener que trabajar por la noche o los fines de semana durante exposiciones, actos especiales o proyectos de investigación.
Tareas típicas
- Identificar, recopilar y organizar materiales de archivo.
- Catalogar artículos y crear bases de datos o ayudas para la búsqueda detalladas.
- Preservar las colecciones físicas y digitales utilizando métodos adecuados de almacenamiento y conservación.
- Ayudar a investigadores, estudiantes y visitantes a acceder a las colecciones.
- Digitalizar documentos históricos, fotografías o material audiovisual.
Responsabilidades adicionales
- Evaluar la importancia histórica o jurídica de los materiales antes de incorporarlos a las colecciones.
- Gestionar los controles medioambientales para garantizar la conservación de los materiales frágiles.
- Redactar subvenciones o propuestas de financiación para apoyar proyectos de archivo.
- Formar a becarios o voluntarios en prácticas archivísticas.
- Colabore con historiadores, conservadores, bibliotecarios e informáticos.
- Manténgase al día de la evolución de las normas y tecnologías de archivo digital.
Un día normal comienza con la revisión del material que llega y la decisión de qué hay que catalogar, conservar o digitalizar. Los archiveros pueden trabajar en la limpieza y reubicación de documentos o fotografías delicados en contenedores seguros para el archivo. Más tarde, pueden ayudar a un historiador o a un estudiante a localizar recursos clave para un proyecto.
Gran parte de su tiempo lo pasan en almacenes climatizados o en puestos informáticos, introduciendo datos y creando sistemas de acceso para el público. Algunos archiveros también preparan exposiciones, seleccionan objetos para proyectos de digitalización o investigan los antecedentes de fondos recién donados. El trabajo requiere una concentración silenciosa, pero cada objeto puede revelar una historia fascinante del pasado.
Habilidades interpersonales:
- Atención al detalle
- Organización y gestión del tiempo
- Pensamiento crítico
- Comunicación escrita y verbal
- Paciencia y concentración
- Resolución de problemas
- Capacidades de investigación
- Conciencia cultural e histórica
- Colaboración
Habilidades técnicas:
- Sistemas de catalogación de archivos y normas sobre metadatos
- Digitalización y conservación digital
- Gestión de bases de datos
- Técnicas de conservación de papel, fotografías y multimedia
- Sistemas de gestión de registros
- Software de escaneado y edición de documentos
- Normas jurídicas y éticas en materia de archivos
- Redacción de subvenciones y documentación de proyectos
- Archiveros públicos: Gestionan registros públicos y documentos legales.
- Archiveros de empresa: Preservar la historia, la marca y los registros de la empresa.
- Archiveros de museos: Centrados en artefactos culturales, históricos o artísticos.
- Archiveros universitarios: Gestionan colecciones de investigación y archivos institucionales.
- Archiveros digitales: Especializados en preservar archivos digitales, sitios web y multimedia.
- Bibliotecas y universidades
- Museos y sociedades históricas
- Agencias gubernamentales y archivos nacionales
- Empresas y organizaciones sin ánimo de lucro
- Instituciones religiosas y centros culturales
Ser archivero es mucho más que conservar documentos antiguos. Significa convertirse en el guardián de la historia, garantizando que la información esté organizada, accesible y protegida para las generaciones futuras.
Las organizaciones dependen de sus archiveros para recopilar, catalogar y conservar meticulosamente los documentos de archivo con precisión y cuidado. Los archiveros son miembros esenciales del equipo de gestión de la información y desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de un registro histórico fiable y exhaustivo.
En un mundo desbordado de datos, los archiveros deben encontrar métodos innovadores para gestionar y conservar vastas colecciones, equilibrando al mismo tiempo la accesibilidad y la seguridad. Trabajan para descubrir historias valiosas enterradas en los registros, haciendo que la historia sea relevante y viva para los investigadores y el público.
Los archiveros velan por que los fondos se mantengan con arreglo a normas estrictas para que los usuarios puedan encontrar con fiabilidad lo que necesitan, a menudo utilizando tecnología especializada y las mejores prácticas archivísticas. Este trabajo minucioso y detallista exige dedicación y paciencia, ya que el más mínimo descuido puede significar la pérdida de un patrimonio importante. Cada documento conservado es una pequeña victoria en el esfuerzo continuo por salvaguardar la memoria cultural.
- Digitalización: Cada vez más instituciones están convirtiendo los archivos en papel a formatos digitales para ampliar el acceso.
- IA y automatización: Las nuevas herramientas ayudan con el etiquetado de metadatos, la transcripción y el reconocimiento de imágenes.
- Archivos comunitarios: Cada vez más archivos recogen historias y objetos de comunidades infrarrepresentadas.
- Innovaciones en control climático: La tecnología de conservación avanzada está mejorando el cuidado de las colecciones frágiles.
Los archiveros suelen tener una curiosidad natural por la historia y las historias del pasado. Puede que de niños les gustara coleccionar sellos, monedas o fotografías antiguas, tesoros que cuentan una historia. Es posible que hayan pasado horas organizando colecciones, clasificando recuerdos familiares o explorando museos y bibliotecas locales.
A muchos les atraía leer novelas históricas, biografías o historias de detectives que implicaban descubrir secretos. Suelen ser detallistas y pacientes, cualidades que a veces cultivan asumiendo responsabilidades como organizar actos escolares o ayudar a familiares con el papeleo.
El aprecio por la conservación de los recuerdos y la comprensión del contexto suele surgir pronto. Muchos archiveros mostraron un interés temprano por trabajar con documentos, aprender genealogía o explorar cómo la información configura nuestra comprensión del mundo.
- Los archiveros suelen ser licenciados en Historia, Biblioteconomía, Archivística, Ciencias de la Información o disciplinas afines. Los programas deben proporcionar una base sólida en gestión de documentos, técnicas de conservación y métodos de investigación.
- Los cursos sobre archivo digital, catalogación e investigación histórica son importantes, junto con las clases sobre cuestiones legales y éticas relacionadas con los documentos de archivo. Los títulos de posgrado o las certificaciones en archivística pueden ayudar a los candidatos a destacar en este campo. Entre las titulaciones pertinentes se incluyen:
- Archivero certificado (de la Academia de Archiveros Certificados)
- Certificado de Especialista en Archivos Digitales (DAS)
- Certificado de gestión de archivos
- Muchos archivos y museos ofrecen prácticas o becas que proporcionan experiencia práctica con fondos reales. Los archiveros recién contratados suelen recibir formación en el puesto de trabajo para aprender los sistemas específicos y las normas archivísticas de una organización.
- Los archiveros ambiciosos pueden obtener titulaciones superiores o formación especializada en preservación digital, tecnologías de la información o conservación para ampliar sus conocimientos y oportunidades profesionales.
- Toma cursos de historia, estudios sociales o ciencias de la información para construir una base sólida.
- Únase a clubes de historia, programas de voluntariado en museos o grupos locales de patrimonio para adquirir experiencia y profundizar en su interés.
- Participa en actividades que refuercen las habilidades de investigación, organización y comunicación, como el anuario, la biblioteca o el gobierno estudiantil.
- Busque prácticas o puestos de voluntariado en archivos, bibliotecas, museos o sociedades históricas para adquirir experiencia práctica.
- Explore las competencias digitales aprendiendo gestión de bases de datos, software de catalogación o técnicas básicas de conservación.
- Únase a asociaciones estudiantiles y profesionales de archivos o bibliotecas para establecer contactos y mantenerse informado sobre las tendencias del sector.
- Practicar la documentación y organización de proyectos, como colecciones personales o iniciativas de historia comunitaria, para adquirir experiencia práctica.
- Experiencia práctica con cobros reales.
- Acceso a prácticas en bibliotecas, archivos o museos.
- Cursos sobre archivos tradicionales y digitales.
- Profesorado con experiencia profesional en archivos.
- Oportunidades para la investigación y el desarrollo de la cartera.
- Sólido plan de estudios sobre preservación y conservación.
- Para conseguir su primer puesto de archivero, combine una sólida formación y experiencia práctica.
- Si su titulación no es específicamente en archivística o historia, compleméntela con certificaciones en gestión de archivos o preservación digital.
- Haga prácticas o trabaje como voluntario en archivos, museos o bibliotecas para adquirir conocimientos prácticos y crear una carpeta de trabajos que demuestre su trabajo con colecciones y proyectos.
- Promociónate profesionalmente creando un perfil detallado en LinkedIn en el que destaques tu formación en archivística y cualquier logro relacionado.
- Haz saber a tu red que estás buscando oportunidades: contacta con profesores, mentores y antiguos supervisores que puedan servirte de referencia.
- Configura alertas de empleo en sitios como Indeed, Glassdoor y plataformas especializadas en empleos en bibliotecas y archivos, como el centro de empleo de la Society of American Archivists (SAA).
- Adapte su currículum con palabras clave relacionadas con el trabajo en archivos y destaque los logros mensurables de las prácticas o los proyectos.
- Utilice plantillas de currículum gratuitas diseñadas para profesionales de los archivos o la información para que su candidatura destaque.
- Prepárese para las entrevistas repasando las preguntas más comunes relacionadas con los archivos, la gestión de documentos y las mejores prácticas de preservación digital.
- Obtenga conocimientos especializados en preservación digital, conservación o un tipo específico de colección.
- Obtener titulaciones o certificaciones avanzadas para optar a puestos de archivero superior o jefe de departamento.
- Publique artículos o participe en conferencias para forjarse una reputación profesional.
- Dirigir proyectos o tutelar a personal subalterno para demostrar dotes de liderazgo.
- Crear redes sólidas con directores de museos, historiadores y especialistas en conservación.
- Manténgase al día sobre la evolución de las tecnologías archivísticas, las normas sobre metadatos y las prácticas de conservación.
- Ofrézcase como voluntario o participe en comités profesionales para aumentar su visibilidad en el sector.
- Asuma funciones de supervisión o gestione proyectos especiales para adquirir experiencia administrativa.
- Colabore en investigaciones o exposiciones interdisciplinares para mostrar su experiencia.
- Busque becas o programas de formación avanzada para profundizar en sus conocimientos y ampliar sus oportunidades.
Páginas web
- Sociedad de Archiveros Americanos
- Academia de Archiveros Certificados
- Archivos Nacionales y Administración de Registros
- Asociación Americana de Bibliotecas
- En efecto,
- Glassdoor
- USAJOBS (para puestos de archivero gubernamental)
- Consejo Internacional de Archivos
Libros
- Gestión de archivos: Fundamentos, principios y práctica por Caroline Brown
- Archivos: Principios y prácticas por Laura A. Millar
- Comprender los archivos y manuscritos por James M. O'Toole y Richard J. Cox
Como puede ver, la carrera de archivero puede ser gratificante pero también exigente, ya que requiere atención al detalle y pasión por la conservación. Si esta profesión te interesa pero quieres explorar otras opciones, algunas alternativas son:
- Conservador del museo
- Bibliotecario
- Gestor de registros
- Historiador
- Conservador
- Gestor de activos digitales
- Genealogista
- Especialista en información
- Analista de investigación
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